La impresión en cosméticos es uno de los principales sectores que se presta a la decoración con máquinas de tampografía y serigrafía. La impresión puede ser de 1 a 6 colores, logrando una alta definición de las imágenes, así como una reproducción final precisa y con colores muy vivos.
La impresión por tampografía permite personalizar superficies curvas con una deformación de hasta 90 grados, mientras que la técnica de serigrafía permite incluso la impresión a 360 grados.
A estas dos tecnologías se suma la impresión en caliente para obtener efectos brillantes y brillantes gracias al uso del foil.
Algunos ejemplos de packaging son: frascos, tarros, frascos, sticks, tapones, paletas, cajas y tubos. Ejemplos de materiales en los que se puede imprimir son: vidrio, plástico (PET, PE, PVC, PU, PS, HDPE, PC y PP), metal/aluminio, madera y materiales ecológicos.